¿La postura cómo puede afectar nuestra salud?

Debido a la vida sedentaria que llevamos, con largas jornadas de trabajo sentados frente a una pantalla, el dolor de espalda y otras afecciones derivadas de una mala postura en la oficina se han convertido en un problema muy generalizado.
Tener una mala postura en la oficina o en cualquier otro ámbito de la vida cotidiana no es solo cuestión de apariencia, también afecta la forma en que funciona nuestro cuerpo, perjudicando seriamente nuestra salud. Si adoptas una mala postura, tu estructura ósea no estará alineada correctamente, por lo que tus músculos, articulaciones y ligamentos soportarán un exceso de tensión.
Es importante recordar que más del 90% de la energía que produce el cerebro está dirigida a mantener el cuerpo alineado en su campo gravitacional, por lo tanto, cuanta menos se gaste en la postura, más estará disponible para la curación, la digestión y el pensamiento.
Una buena postura se relaciona con energía, confianza, salud y felicidad. En cambio, una mala postura, se relaciona con enfermedad, depresión, tristeza y negatividad. Con tiempo, cambios en los hábitos y gracias a los ajustes quiroprácticos es posible revertir los daños causados por una mala postura.
Consecuencias de una mala postura
Dos síndromes posturales muy conocidos en el ámbito de la quiropráctica son el Síndrome cruzado superior (cabeza demasiado hacia delante) y el Síndrome cruzado inferior (curva lumbar muy pronunciada –hiperlordosis lumbar). Ambos síndromes tienen que ver con un desequilibrio muscular y necesitan una corrección específica.
La mala postura en la oficina, o en otros ámbitos de la vida, puede causar subluxaciones vertebrales: cuando una o más vértebras espinales pierden su alineación, se desplazan de su posición original y provocan una interferencia en la médula espinal o en los nervios espinales adyacentes, alterando el flujo continuo de energía y comunicación entre el cerebro y el resto del cuerpo, impidiéndonos funcionar al 100%.
La postura correcta facilita la circulación sanguínea ya que cuando tenemos menos tensión muscular hay menor resistencia y la sangre fluye correctamente. También nos ayuda a tener una mejor concentración, a respirar mejor y nos asegura que más oxígeno llegue al cerebro. Tener una buena postura va mas allá de la estética, es sumamente importante para nuestra salud, bienestar y rendimiento en general en todas las áreas de la vida.